Alejandro Vallejo, el ex prosecretario judicial que había sido expulsado por la Corte en 2020 cuando se viralizó una foto suya fuera de su domicilio en medio de las restricciones por la pandemia, fue absuelto hoy de los delitos de abuso de autoridad y amenazas coactivas. “Fue un exabrupto mio, una calentura del momento, pero nunca quise hacerle mal a nadie”, dijo Vallejo.
La causa se inició hace exactamente tres años, ya en medio del brote de pandemia, a raíz del cual el Gobierno había ordenado medidas de restricción que incluían la permanencia de los ciudadanos en su domicilio. Vallejo, que residía en el country "Los Azahares”, fue fotografiado por los guardias del barrio privado, que adujeron que había salido a correr cuando eso estaba prohibido. El denunciado, por su parte, había dicho que en realidad había salido a buscar a su perro salchicha, que se había escapado del domicilio. Luego del incidente, Vallejo envió varios audios de Whatsapp a los vigilantes y al administrador y les dijo que “hacerles armar una causa penal”; a “correrlos pa’l pingo”; a “hundirlos”; a “meterlos en cana”.
Un funcionario judicial intimidó a su portero en un country Yerba BuenaLuego Vallejo explicó que cuando hablaba de “armar una causa judicial” en realidad se refería a hacer una denuncia policial porque le habían hecho fotos, hecho que efectivamente concretó, y que las amenazas habían sido una “calentura” pero que lejos estaba en su predisposición hacer algo contra ellos.
El ahora ex funcionario judicial ya había sido sobreseído en la causa por incumplimiento de las normas de la pandemia, pero quedaba el juicio oral que se inició la semana pasada y que terminó hoy.
Allí, en una audiencia presidida por el juez Luis Fernando Morales Lezica, y con el representante fiscal Rafael Herrera Carreño y Mario Leiva Haro por la defensa, se escuchó el testimonio de los dos vigiladores y del entonces administrador. Allí ellos dijeron que no se habían sentido amenazados. Vallejo por su parte reiteró que él no había salido a correr, sino a buscar a su perro, y que se había ofuscado al ver que le estaban haciendo fotos ya que no quería que se viralizaran. Y negó haber hecho abuso de su autoridad como funcionario judicial.
La Corte cesanteó al prosecretario Vallejo con un nivel alto de reprocheTras escuchar los testimonios, el fiscal decidió no realizar acusación en contra el imputado, y criticó que una situación así haya llegado a juicio teniendo en cuenta las circunstancias y que habían pasado dos instancias judiciales anteriores (instrucción y Cámara de Apelaciones). A su vez, Leiva Haro aseguró que no hubo delito, que todo había sido una discusión momentánea, que Vallejo había pedido disculpas casi inmediatamente y que no se había violado ninguna disposición. “Era ilegítimo que estuvieran sacándole fotos. Eso no estaba autorizado. Ese hecho motivó la reacción de Vallejo quien se expresó mal, pero en ningún momento hizo abuso de autoridad ni amenazó a nadie”, afirmó.
A la hora de la sentencia, el juez Molares Lezica compartió la visión tanto de la fiscalía como de la defensa, y decidió absolver a Vallejo.
“La verdad es que estoy muy feliz. Pasé años muy complicados. Pido disculpas si alguien se sintió afectado, no fue mi intención. No quería llegar a esta instancia, pero ahora estoy más tranquilo, se hizo Justicia, no cometí ningún ilícito”, le dijo Vallejo a LA GACETA. “Lo único que quería era buscar a mi perro que se había escapado, y ahí me sacaron esas fotos. Repito, no quise hacerle mal a nadie. No quiero perjudicar a nadie, no quería perjudicar a nadie. Hoy estoy muy feliz”, agregó.
Las inasistencias agravan la situación del funcionario VallejoVallejo aún sigue un proceso en el fuero Contencioso Administrativo a partir de que por este incidente, y 45 días después de que le sacaran la foto, la Corte lo cesanteó de sus funciones con los votos de los vocales Claudia Sbdar (presidenta en ese momento), Daniel Posse -disintió parcialmente con el castigo-, Daniel Leiva y Eleonora Rodríguez Campos. Ellos habían considerado que la situación de Vallejo había afectado la confianza de la sociedad en el Poder Judicial y la imagen de imparcialidad. “Los miembros de la Justicia deben tener una conducta ejemplar”, dijeron los integrantes del alto tribunal en la Acordada 362 en ese momento. Esa situación está aún siendo analizada. Sin embargo, Leiva Haro consideró que a raíz de la absolución de los delitos de amenazas y abuso de autoridad se abre la puerta a un juicio por Daños y Perjuicios contra el Estado. “Se comprobó que no hubo delitos y así y todo la Corte decidió cesantearlo”, afirmó el letrado.